Siempre jode, jodidamente,
lo que normalmente no nos tendría que joder,
al igual que el amar, amablemente,
a quien normalmente no tendríamos que amar.
el mundo, el mundo en si,
es como una gran montaña,
de lerdos, grande, grande grande...
Y así, inconformistas por naturaleza,
o yo qué sé... en fín, lerdos.
hace calor, pues corriendo a por el frío
hace frío, pues frígidos a por el calor.
total, si las ganas de hacer,
o de deshacer
siempre van a estar por detrás.
por detrás, jodidamente,
jodidamente..., jodiendo mas bien
hace falta ser rebuscado...
a la par que interesante, interesantemente
interesante, que no interesado...
¡cómo somos! eh? jugueteamos
con cosas tan banales y dibertidas
como: lo políticamente incorrecto,
los insultos gratuitos indiscriminadamente
a cualquier tipo de naturaleza,
conducta, o moralidad,
los azules a por los rojos,
los rojos a por los azules,
verdes, amarillos,
relámpagos,
chinchetas, unicornios,
váteres, mercadillos y limonerías...
todo. Todo todo...
y por si fuera poco... arrasándo con la inteligencia,
eso
si, las risas estarán aseguradas...,
el bienestar
ya no.... pero las risas...
a por todo y sin dejar estela por si acaso,
al fin y al cabo...
...no todo va a ser joder...
¡o quizás si!
no.
no, no todo, también habrá que amar....
¡hay que joderse!
esto es así,
somos tan lerdos, tan sumamente lerdos
que el que ama jode, y el que no jode, no ama.
en todo caso, jodidos los amantes,
y el resto... ¡como antes!
jodida y amablemente
amados y jodidos.
Pedro Giménez Endolz.
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